Sin Noticias de Anne Frank
sábado, 4 de junio de 2016
Pokotán
Te echo de menos mi pequeña. No dejo de preguntarme dónde estás, si estás bien, si has comido, si te pudiste bañar, si estás viendo cosas que no debes, si te han robado tu bonita inocencia.
Te veo en todos los niños del cole. Yo te hago las trenza en cada niña del recreo. Yo te consuelo en cada niño que llora en mis brazos.
Duermo en tu cuarto, abuelo tiene la pierna rota y se está quedando en el mio para no tener que subir las escaleras. Pero te pusimos otra cama en el cuarto de tio Alonso, te compramos unas cortinas y unos cuadros de buhos que estoy deseando que veas. Tienes que venir pronto, aún tienes que abrir los regalos de navidad y los zapatos se te van a quedar pequeños.
Te traje un nuevo perrito, lo encontré en la carreera abandonado, es muy juguetón, pero se escapó hace poco porque abuelo lo dejó suelto con los perros de cacería, pero se asustó con los fuegos artificiales de la fiesta y no ha vuelto más. Ojalá vuelva. Ojalá vuelva cuando llegues y podamos irnos juntos a comer helado.
Tu papá llora todos los días por ti. Sara también. Abuela también, Abuelo también. Yo también. Ya no se si no nos llamas porque no te acuerdas de nuestros números, por miedo a tu madre o porque piensas que no te queremos, que no te estamos buscando. Pero estamos aquí, rezando, porque los juzgados y la guardia civil han hecho tan poco que ya tengo más fe en la religión que en la justicia, y cada día es más duro que el anterior, y cada noche se hace más y más larga.
Te escucho culparme en sueños, porque tu me advertiste que mamá te iba a llevar lejos y yo te prometí que nunca iba a ocurrir, pero te fallé y lo siento porque nunca jamás pensé que ella fuera capaz de esto.
Vuelve pronto mi pequeña, que la casa entera está sorda sin tu risa.
domingo, 8 de junio de 2014
Capitulo I
Mañana tengo cita con el loquero, pero no puedo ir; trabajo.
De todas formas, mi loquero preferido se fue a otro centro,
y no me gusta la nueva, es demasiado teórica.
Durante estos dos años me han atendido muchos.
El primero en
diagnosticarme era un viejito con una tendencia un tanto… “conservadora” de ver
las cosas. Es normal que me diagnosticara depresión, es de la clase de viejitos
para los que una joven con inquietud intelectual sería calificada como una histérica.
Mi memoria se vuelve especialmente frágil intentando
recordar ese periodo, pero recuerdo que mis médicos de cabecera también me
sirvieron para hacer terapia de locos.
Uno de ellos fue un ex cirujano plástico de mucha fama.
Según me contó, su mujer le pidió que le operara el pecho. Él, gustosamente lo
hizo, pero cuando se divorciaron, ésta que según él era muy celosa, pactó con
otro cirujano hacerse una carnicería para culpar a su ex marido. Él no solo
perdió el juicio, perdió todas sus clínicas y la especialidad de cirugía. Solo
podría dedicarse a ser un vulgar médico de cabecera, y dando gracias a dios.
Dentro de mí, me sentía culpable porque no dejaba de pensar que era cuestión de
justicia divina. Este hombre era infiel por naturaleza y además dedicaba su
vida a “perfeccionar” a mujeres que ya por naturaleza habían nacido perfectas. Y todo esto lo sabía porque la terapia de
locos no tiene que ser necesariamente para curar al paciente: a veces los
médicos están más locos que uno mismo.
Después de este médico vino un cubano. Si llevan tiempo
leyendo mi blog sabrán que no soy muy amiga de cubanos yo (sin ánimo de ofender
ni generalizar) y este tampoco fue mucho de mi agrado, no sé si porque hablaba
mucho o porque no me fiaba de sus intenciones. Siendo sincera, en aquel momento
no me fiaba de las intenciones de nadie. El caso es que ni si quiera recuerdo
su cara. Una vez más los ansiolíticos se encargan de borrar detalles, si lo
viera por la calle no lo reconocería. Pero si recuerdo las largas
conversaciones en el despacho hablando de rock de los ochenta y de obras
literarias que poca gente conoce. Me caía bien, pero era esa excesiva muestra
de admiración la que me creaba desconfianza.
Durante el último año, mi nueva vigésima doctora (porque en
esa maldita consulta nadie dura más de tres meses) me mandó a un psiquiatra
especializado en agresiones sexuales: el señor Jony. Alto, con media melena y
gafitas cuadradas, más pinta de especialista en informática que en psiquiatría.
No huele a nada. A veces el olor me hace repudiar a la gente, el excesivo olor
a colonia barata o a sobaco, o el excesivo olor a colonia barata para ocultar
el excesivo olor a sobaco. Jony huele como todos los médicos deberían oler: a
nada.
A él le conté que quería dejar el tratamiento, y él fue la
única persona, a parte de mi novio, en animarme. Mi novio fue un poco más radical,
el me dijo que los dejara de golpe. Así lo intenté, pero tomaba ansiolíticos de
vez en cuando para calmar mi agresividad que se convirtió en habitual. Sufría
de mareos constantes entre otras cosas… gripes semanales y catarros con vómitos…mi
cuerpo utilizaba todas sus artimañas para pedirme la sustancias a la que lo
había acostumbrado en estos últimos años. Entonces Jony me aconsejó que
volviera a tomar una dosis baja de antidepresivos y eliminara el ansiolítico ya
que este último creaba mucha adicción y con el tiempo me pedía más dosis. Así
hice, hasta que empecé a echar de menos mis orgasmos, y decidí abandonar las
pastillas definitivamente a favor de una vida sexual plena junto al hombre de
mi vida: gracias.
En mis posteriores consultas nunca le dije a Jony la razón
por la que ignoraba por completo sus consejos pero fue el único de muchos que
verdaderamente me ayudó en algo. Pero se fue. La última vez que lo vi me dijo
que le habían dado plaza en otro centro y que se iba en breve. Me estrechó la
mano, muy profesionalmente, y ahí comprendí que a veces un frío apretón de
manos esconde más cariño, agradecimiento y admiración que los abrazos fingidos.
Ahora me cambié de consulta, mi médico de cabecera es un
señor canoso, que fuma como un loco y tiene fama de borracho. Sin embargo tampoco
huele a nada, no habla más de lo imprescindible y nunca sonríe a no ser que de
verdad tenga ganas de hacerlo. Ese aficionado al whisky me da la tranquilidad
de que siempre será el mismo. Nunca me hace esperar para ser atendida porque
debido a su fama no tiene muchos pacientes y siempre da con la solución de todo
a la primera. Él me dijo que aguantara la oleada de enfermedades, que solo era
mono de tranquilizantes. Será por eso que ya no frecuento su consulta sino para
pedir la receta de las pastillas anticonceptivas, las únicas que tomo en este momento.
jueves, 24 de abril de 2014
Hasta que la rabia te coma
Ahí quisiera verte
despojada de toda máscara
mostrándote como bruja,
como la bruja que eres.
Que conozcas la vergüenza,
y como no la conciencia,
que aprendas principios
y que a tu vida apliques ética.
Que se esfume tu mundo
en el que a todos robaste,
que aprendas que ser humilde
es muy importante.
Que todos se enteren
del mal que has hecho,
de todo lo que debes,
de lo malcriada que eres.
Hasta que la rabia te coma
y el diablo te lleve
y tu propio egoísmo
sea el que te la juegue.
domingo, 27 de octubre de 2013
Embracing Imperfection
Embracing imperfection
with the arms of the beloved
no one knows, but me
the time that goes
scratching my skin
beauty dies
while happiness arises
flooding both my heart
and mind.
yet, I see, my deep self
deep deep into the sea,
spliting up into millions of
knowledge rivers,
sharing my essence
transparent and clean
to pure and beautiful
imperfect beings.
miércoles, 25 de septiembre de 2013
25/09/2013
Borrar; que acción tan sencilla y
complicada a la vez. Borrar el trazo de un lápiz se hace fácil, pero el
pasado queda como las cicatrices profundas en la piel, invariables,
aunque moldeadas por el paso del tiempo y el vil juego de la memoria
que deforma el recuerdo hasta confundirlo de forma.
Y aquí me quedo, muda, sorda y
deseando la ceguera para jamás haber visto lo que vi ni tener que
ver las reacciones de lo que contaré. Aquí, sin saber si volverá a
haber otro "Y" pues la vida se vuelve incierta desde que
deja de ser pasado.
Esperando la total enagenación recurro
a mis queridas letras que nunca me abandonan y siempre me comprenden.
Me arropan si así lo pido en cualquier sitio y momento. Me consuelan
a su forma estas pequeñuelas y en las situaciones más desesperantes
solo el saber que están ahí me sirve de pañuelo.
domingo, 4 de agosto de 2013
If I fall asleep
If I fall asleep
before you go home
please send me a message
to know you are safe.
If I fall asleep
and you are not already at home
please let me know
you had a good time
and miss me so much.
If I fall asleep
As soon as I spec
I would read your message
when the night is almost end.
If I fall asleep
and you arrive late
I don't care
Take a shower
Relax
Sleep good
I see you tomorrow
to cure your hangover
as I will always
take care of you.
But don't forget
to send me the message
just to say you arrive OK.
picture Sady Chavez para ©joa rubio. Más en www.joafoto.es
martes, 23 de julio de 2013
Cortes y Auto-lesiones
A veces escribo en inglés porque creo que es una forma de llegar a más gente, sobretodo porque son más los hablantes de inglés aficionados a leer blogs. Sin embargo he decido usar el español para esta entrada porque he encontrado escasa información de utilidad sobre este tema en dicho idioma y en la mayoría de las páginas he encontrado un contenido que calificaría de extrañamente morboso.
La auto lesión es un trastorno mental sufrido por más personas de las que pensamos y a menudo quienes menos esperamos. No es ningún misterio ni es difícil adivinar por su nombre que se trata de infrigirse daño físico a uno mismo, por medio de golpes, quemaduras, cortes, etc, las combinaciones son infinitas y hay imaginación e ideas para todos los gustos.
Es importante señalar que estas lesiones son siempre producidas en lugares ocultos del cuerpo, porque lejos de el falso mito de que lo que buscan es llamar la atención, se encuentra la realidad de que las personas auto lesionadas sienten mucha vergüenza por lo que hacen.
Y ustedes dirán, son intentos de suicidio??? no necesariamente, de hecho la mayoría de estas personas saben perfectamente que con estas heridas no van a morir porque ya lo han intentado previamente y han comprobado que no funcionan para este fin.
Así que ahora se preguntarán que puede llevarlas a este estado. Están locas y ya está??? Un poco sí, pero calma, todos estamos un poco locos.
Los médicos lo asocian a la depresión, a la ansiedad, a la bipolaridad y a otros trastornos. Personalmente diría, que detrás de tanta palabrería se esconde un profundo sentimiento de culpabilidad o auto crítica por algo concreto. Esto genera una situación de tensión en la persona que se puede manifestar en un ataque de ansiedad; se forma un nudo en el pecho que impide la respiración, comienza una sensación de extremo agobio y sienten como los músculos de su cuerpo empiezan a tensarse extremádamente. Cuando esto pasa intentan por todos los medios calmarse y volver a la normalidad pero a menudo están solas y no hay nadie para ayudarlas, y esto las lleva a la desesperación y por tanto a la autolesión. Una vez cometida la primera autolesión se entra en un círculo. Habíamos mencionado que los músculos se tensan, y la autolesión lo que hace es destensarlos, así que se convierte en una manera fácil y sencilla de "volver a la normalidad".
Digo que comienza el círculo porque termina convirtiéndose en una droga.
El dolor también libera endorfinas, y más cuando se contrasta con la sensación previa de extremo malestar. Por tanto una vez hecho el primer corte comienzan los demás ante cualquier ataque y si no se recibe tratamiento ni se habla con nadie se termina convirtiendo en una práctica habitual aún cuando la ansiedad desaparece.
Llegados a este punto aclaro algo: cuando hablo en femenino es porque me refiero a "las personas" y no hablo de "los pacientes" básicamente porque no soy doctora y porque mi intención es ofrecer un trato más cercano a quién esto le pueda servir de ayuda. Pero no piensen que es un trastorno que afecta solo a mujeres. Se trata de un trastorno muy relacionado con el previo abuso sexual (que también genera sentimientos de culpa, baja autoestima y excesiva auto crítica) y no nos olvidemos de que también hay hombres que los han padecido. Sea esta o no la razón, la autolesión no solamente se da en mujeres, también en hombres, aunque sea menos común.
Con tanta información no esperen que vaya a concluir sin dar soluciones. Las que lean esta entrada y se sientan identificadas no se preocupen en exceso, hay muchas formas de salir del círculo. La primera y más difícil es decírselo a alguien de tu confianza y que se preocupe por ti. Es difícil porque supone vencer mucha vergüenza pero el hecho de no querer decepcionar a otras personas (porque siempre hay alguien que te admira) o no querer causarles dolor ni preocupación al verte mal te hace romper el círculo de raíz.
Tras dar el primer paso, el segundo es ir a un especialista, pero tengan cuidado con la medicación. Lo más probable es que les manden ansiolíticos y antidepresivos para contrarrestar el efecto sedante del ansiolítico. No tengo nada en contra (puede que algo, pero en general no) de la farmaindustria en estos casos, pero los ansiolíticos crean excesiva adicción, así que una vez comenzado el tratamiento no dejen de visitar a su psiquiatra para un seguimiento contínuo porque de lo contrario cada vez van a necesitar más y más dosis y creo que ya tendrían suficientes problemas con lo primero como para también convertirse en adictas.
Yo les recomendaría usar una alternativa desde el principio, antes de que llenen su organismo de toxinas innecesarias y es la medicina homeopática y un buen psicólogo que saque todo lo que está detrás. Reitero en lo de BUEN PSICÓLOGO porque hay muchos que tienen la carrera por lotería o simplemente su método no se adecua bien con todos los pacientes (lo siento si ofendo a alguien). Como solución homeopática recomiendo el lítio: se vende en ampollas y es muy efectivo para evitar la autolesión porque solo se toma en caso de ataque de ansiedad, cuando comienza esa sensasión de no poder respirar y de tensión muscular. Por supuesto tienes que tener la fuerza de voluntad suficiente para esperar a que haga efecto, pero tiene un resultado maravilloso, de verdad.
Si por el contrario haz leído esto por simple curiosidad pues seguramente no te acostarás hoy sin haber aprendido nada nuevo y quién sabe, quizás en un futuro te haga falta para ayudar a algún familiar o ser querido. No creo que tengan mejor medicina que el apoyo de ustedes. Piensen que una simple llamada o un abrazo a tiempo puede evitar mucho sufrimiento. =)
Picture by Sylvia Grav
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